Si deseas combatir la fiebre sin recurrir a los fármacos, aquí tienes 8 remedios naturales muy efectivos. Eso sí, solo recomendamos estos remedios para fiebre moderada o febrícula, entre 37’5º y 38’5º C, muy característica en resfriados y otros procesos gripales. Recordar que siempre debemos acudir a nuestro médico cuando la fiebre supere los 39º – 40º C.
Jenjibre
El gingerol y las sustancias antisépticas que provoca el suave picor de esta raíz es un gran aliado para los procesos gripales, induciendo la sudoración y bajando la fiebre.
Para beneficiarte de sus efectos medicinales, prepara una infusión con media cucharadita de raíz de jengibre, finamente picada y en un taza de agua hervida.
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Guindilla cayena
El picor de la guindilla, originado por la capsaicina, provoca la vasodilatación del sistema circulatorio y aumenta el flujo de sangre lo que te ayudarán a reducir la temperatura. Los especialistas de la revista mejor salud Canadá recomiendan incorporar este ingrediente a las comidas, especialmente en caldo reconfortantes.
Calcetines mojados
Suena bruto, pero es un remedio muy efectivo y popular en Canadá. En primer lugar, introduce tus pies en agua caliente durante un par de minutos. A continuación, introduce unos calcetines de algodón en agua fría, escúrrelos para retirar el exceso de agua y colócalos en tus pies. Coloca un segundo par de calcetines secos de lana sobre los primeros y túmbate en la cama a descansar. Este remedio aumentará drásticamente la circulación sanguínea y bajará tu fiebre.
Paños de vinagre y agua
El vinagre de manzana es un recurso barato y eficaz para reducir la fiebre, ya que el ácido presente en él ayuda a extraer el calor de la piel.
Para ello mezcla una taza de vinagre por dos de agua fría y moja un paño. Escúrrelo y aplícalo a modo de compresa sobre al frente. Remoja el paño cada vez que se caliente y repite el proceso hasta que baje la fiebre.
Baño de agua fría y vinagre
Más intenso y para cuadros febriles más fuertes, tomar un baño de agua tibia con media taza de vinagre reducirá nuestra fiebre en 5 o 10 minutos.
Caldo de pollo
El saber popular nos dice que la sopa de pollo es buena para el resfriado, y es verdad. Este remedio contiene un aminoácido llamado cisteína capaz diluir la mucosidad, la congestión y la fiebre. Eso sí, debemos tomarlo tibio o frío. Tan solo tomaremos el caldo caliente cuando necesitamos reconfortar al enfermo, pero no exista fiebre.
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Ajo
El ajo posee propiedades antifúngicas y antibacterianas que ayudan a combatir las infecciones del cuerpo, así como prevenir la enfermedad. También puede reducir la fiebre mediante el aumento de la sudoración del paciente, lo que también ayudará a eliminar las toxinas del cuerpo acelerando la recuperación.
Para preparar es remedio casero debes picar un diente de ajo grande y agregarlo a una taza de agua caliente para infusionarlo durante 10 minutos, colarlo y beberlo lentamente. Bebe esto dos veces al día y te sentirás mucho mejor al día siguiente.
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Cúrcuma
La curcumina, presente en la cúrcuma, es un potente antiviral, antifúngico, antibacteriano y antioxidante natural que ayuda al sistema inmunológico a luchar contra cualquier tipo de infección. También ayudará a evitar complicaciones reduciendo la duración de la fiebre.
Mezcla media cucharadita de cúrcuma y un cuarto de cucharadita de pimienta negra en polvo en una taza de leche bien caliente y bébetelo despacio.
Fuentes: top10remedioscaseros.com, besthealthmag.ca, remedydaily.com,