Hígado: los 11 signos y síntomas más comunes que indican problemas

Síntomas más comunes de problemas hepáticos.
La lista de síntomas que posiblemente representen un problema hepático es extensa, pero vale la pena recordar que notar solo uno de ellos no significa necesariamente que este sea el órgano afectado. Un examen más preciso realizado por un médico y posiblemente pruebas de laboratorio determinarán un diagnóstico preciso.

 

Preste atención a los siguientes síntomas:

  1. Dolores en la región superior derecha del vientre;
  2. Náuseas o mareos muy a menudo;
  3. Dolores de cabeza diarios;
  4. Cansancio sin motivo aparente;
  5. Facilidad de hematomas después de golpes ligeros;
  6. Color amarillento en los ojos o en la piel;
  7. Orina de color oscuro y olor más fuerte;
  8. Falta de apetito;
  9. Heces amarillentas, blanquecinas o grises;
  10. Vientre hinchado;
  11. Sensación de picor en todo el cuerpo.

Si solo marcó un problema en la lista, es probable que su hígado tenga un problema. Sin embargo, dos o más síntomas confirmados pueden ser una señal de que algo anda mal y no está de más consultar con un médico qué tipo de problema puede representar.

¿Quién tiene más probabilidades de tener problemas hepáticos?

El exceso de grasa es una de las principales causas de problemas hepáticos. Así, las personas con una alimentación inadecuada, consistente en muchos alimentos fritos o alimentos procesados, son más susceptibles a presentar algunos de estos síntomas. Los pacientes con sobrepeso o no físicos corren un riesgo aún mayor. LA

Otro villano del hígado son las bebidas alcohólicas. El órgano tiene la capacidad de transformar este elemento en otras sustancias. Sin embargo, cuando la ingesta de alcohol se produce en cantidades mayores de las que el hígado es capaz de procesar, puede resultar en daño a las células del hígado. La enfermedad hepática alcohólica es una de las dolencias más comunes que afectan al hígado.

¿Cuáles son los problemas hepáticos más comunes?

Además de la hepatopatía alcohólica, también podemos mencionar las hepatitis (A, B, C, D y E), todas causadas por virus, esteatosis hepática, esquistosomiasis, hepatitis autoinmune y hepatitis farmacológica. Las enfermedades causadas por la acumulación de hierro (hemocromatosis) y cobre (enfermedad de Wilson) en el hígado también son recurrentes, pero menos comunes.

La esteatosis hepática es causada por la acumulación de grasa en el hígado, pero los problemas no tienen por qué ser necesariamente causados ​​por una mala alimentación. La diabetes y el consumo excesivo de alcohol también pueden provocar esta afección. En este caso, los síntomas apenas se notan y solo los análisis de sangre o la ecografía pueden identificar con precisión la enfermedad.

La hepatitis autoinmune es causada por disfunciones en el sistema inmunológico. En este escenario, se producen anticuerpos que son capaces de destruir las células del hígado. El gran problema de esta enfermedad es que prácticamente no hay síntomas en las primeras etapas y cuando el paciente descubre que el hígado ya puede estar gravemente dañado.

La esquistosomiasis, conocida popularmente como «panza de agua», es causada por un parásito presente en los caracoles que se encuentran en los estanques de la región noreste. La enfermedad tiene síntomas similares a la cirrosis, pero también se manifiesta solo en etapas más avanzadas.

Finalmente, todavía hay hepatitis viral. En Brasil, los más comunes son los causados ​​por virus A, B y C, mientras que en África y Asia son más frecuentes los de tipo D y E. La transmisión puede ocurrir como resultado del contacto con heces, especialmente en áreas sin saneamiento básico adecuado, a través de la transmisión sanguínea, como resultado de relaciones sexuales sin protección o por compartir jeringas y agujas, o de la madre al niño durante el embarazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *